Durante el Siglo XVI se llevó a cabo el proceso de conquista de la península de Yucatán, trayendo consigo a los colonizadores españoles, quienes quedaron fascinados con la belleza de la región y la excentricidad de sus pobladores.
Uno de los detalles que más llamaron su atención fueron las mantas tejidas por las indígenas mayas, las cuales fueron consideradas como tributos para los encomenderos, quienes apreciaban la gran calidad de esas telas.
Es importante señalar, que la vestimenta del Pueblo Maya se vio modificada con la llegada del dominio español, quienes establecieron nuevas pautas que se adecuaran más a los ideales y normas que llegaban con el catolicismo, logrando así, el mestizaje de ambas culturas, mismo que se vio reflejado en diferentes aspectos de la vida diaria como lo son la gastronomía, la música y la ropa.
Por ejemplo, en Yucatán al traje de las mujeres indígenas se le alargó la falda hasta los pies, al cual se denominó “fustán” el cual consistía en una larga enagua blanca de algodón, ajustada a la cintura acompañado de una especie de camisa, sin formas ni pliegues, que caía sobre el fustán a la cual le llamaron “hipil” y sobre los hombros una solapa cuadrada llamada “jubón” que por el ancho de la prenda simulan unas mangas cortas, quedando los brazos desnudos y un escote en la parte de pecho.
A la unión de estos tres elementos se le conoce como “terno”,con el paso de los años este traje ha tenido diversas adaptaciones que se realizaron tomando en cuenta elementos como los materiales o la indumentaria que consistía en rosarios de filigrana de oro, así como collares o cadenas de dos vueltas y largos aretes.
Al ser considerada una obra de arte la realización de este precioso traje toma alrededor de 6 meses, ya que es un trabajo completamente artesanal, y crear la mágica combinación de colores para una pieza única de vestir no es nada fácil, sus bordados pueden ser geométricos, con figuras humanas, de animales o plantas, mismos que tienen un simbolismo distinto en cada comunidad indígena que lo usa, adicional a que estos resaltan sobre las telas revestidas con encajes y bellos accesorios que hablan de su origen mestizo.
Esta vestimenta, generalmente se porta durante los eventos de gala regionales y en las danzas típicas que forman parte de las tradiciones de la entidad.
Pero, al visitar Yucatán ¿Dónde puedo adquirir un Terno?
La mejor opción sería adquirirlo en la localidad de Kimbilá, perteneciente al Pueblo Mágico de Izamal, en donde además de encontrar prendas únicas, te dará la oportunidad de disfrutar de uno de los Pueblos Mágicos más hermosos del país, un espacio en donde las calles se tiñen de amarillo y emanan un encanto sin igual, recorrer el Convento de San Antonio de Padua que cuenta con el atrio abierto más grande de Latinoamérica y el segundo más grande del mundo.
Otra gran opción es ir a “La blanca” Mérida, una ciudad que enamora a primera vista con calles llenas de color y de historia que han logrado perdurar en el paso del tiempo fusionando su cultura con la modernidad, dando paso a un oasis cosmopolita que invita a recorrer cada uno de sus rincones, al visitar el corazón de esta ciudad, no solo podrás adquirir los preciosos ternos, sino, que podrás acercarte a descubrir su fastuosa gastronomía que la han llevado a convertirse en la capital gastronómica del sureste de México.
Sin duda alguna, el aventurarte en Yucatán para descubrir su cultura, es una gran opción para un próximo viaje, en el cual, además de adquirir artesanías y productos locales, te llevarás recuerdos inigualables de una tierra repleta de magia. No lo pienses más y con ayuda del planificador de viajes www.yucatan.travel organiza un escape único a las imponentes tierras del venado y el faisán, del chile habanero, la música de trova y la jarana yucateca.