El día de los enamorados se acerca y con ello, las historias románticas logran que el amor vuele por el aire. Muchas de estas historias están narradas en la literatura y cuentan relatos asombrosos para entender mejor el concepto del amor y nos hacen empatizar con los personajes de estas historias porque muchas veces nos identificamos con ellos gracias a que nos hemos encontrado en situaciones similares.
Es por esto que te compartimos 3 libros que tratan sobre el amor que definitivamente no te puedes perder en estas fechas.
- El jardín de las mariposas (Dot Hutchison)
Cerca de una aislada mansión existe un jardín donde se cultivan delicadas flores y en él, abrigada por frondosos árboles, habita una exquisita y peculiar colección de mariposas que es resguardada por el Jardinero, un hombre que desconoce los límites de su obsesión por preservar la belleza.Maya es una sobreviviente del jardín y ahora tendrá que narrar a los agentes del FBI los horrores que vivió mientras permanecía en cautiverio junto con otras chicas que ni siquiera habían alcanzado la mayoría de edad. En su memoria viven las peores pesadillas. En su espalda, como en las de todas las jóvenes mariposas, un tatuaje le recordará por siempre un crimen imperdonable.
- El amor, las mujeres y la vida (Mario Benedetti)
El amor, las mujeres y la vida recoge una selección de poemas aclamados por varias generaciones, aquellos en los que Benedetti vuelca su concepción de la vida: el amor como compensación de la muerte se levanta en sus versos lleno de fe, como fuerza principal que mueve al ser humano, como una proclama de la existencia, que va de la erótica del amante hasta la esperanza del revolucionario o la gratitud del amigo. El amor es uno de los elementos emblemáticos de la vida. Breve o extendido, espontáneo o minuciosamente construido, es de cualquier manera un apogeo en las relaciones humanas. Mario Benedetti
- Malentendido en Moscú (Simone de Beauvoir)
Nicole y André forman una pareja de profesores franceses jubilados que viajan a Moscú para visitar a Masha, hija de él, nacida de un primer matrimonio. En un sutil juego de pensamientos y reflexiones de los dos personajes principales, al margen de sus actividades viajeras, se va configurando la conciencia que tienen de sus vidas en el momento presente, como si el distanciamiento de su vida parisina habitual hiciera de revulsivo para adquirir un conocimiento final de sí mismos y de su relación. La autora utiliza sus personajes para abordar temas personales como la crisis de pareja, el temor a envejecer o el sentimiento de fracaso por no haber alcanzado la meta de sus ambiciones juveniles, y, a la vez, inspirada en sus estancias con Sartre en la Unión Soviética durante la década de 1960.