Viajar por el mundo es descubrir lugares, música, personas y, sobre todo, comida. Encontrarnos en un lugar extraño y probar sus sabores es, en cierta medida, darnos cuenta que la gastronomía, aunque sea diferente a lo que acostumbramos, es un placer.
Sentarnos a la mesa es abrir un mapa y viajar, por eso, si tu espíritu es nómada, te recomendamos visitar Tristán, un restaurante en la Ciudad de México cuyos platillos son un vuelta por las diferentes cocinas del mundo con un toque mediterráneo.
Con un nombre inspirado en la isla de Tristán de Acuña, el lugar habitado más remoto del planeta, este restaurante ofrece una experiencia gastronómica accesible al paladar y visualmente cautivadora.
La cocina de Tristán se basa en la pasión por la comida y la excelencia en el servicio. El chef Alain Corbé López, con su experiencia y creatividad, fusiona técnicas y sabores para crear platillos deliciosos que pueden disfrutarse en cualquier momento del día.
Tristán es un espacio acogedor para los amantes de la buena comida, pero también para esos nómadas digitales que buscan un lugar accesible y cómodo para trabajar de forma productiva, disfrutar de un delicioso desayuno o simplemente relajarse en un ambiente agradable.
Un gabinete de curiosidades
Las paredes intencionalmente desgastadas y el verdor de las plantas que adornan el interior de Tristán crean un ambiente acogedor y contrastante con el ajetreo urbano.
En este espacio las culturas se entrelazan y las fronteras se desdibujan para invitar a los comensales a sentirte como si estuvieran en un viaje de descubrimiento y admirar las pequeñas cosas que pueden encontrarse en esos andares.
Juan Manuel Argüelles, socio creativo del concepto, cuenta que en el siglo XIX se popularizaron entre los viajeros los gabinetes de curiosidades: pequeños espacios donde colocaban objetos que recolectaban en sus viajes.
Así como en Tristán se ofrece comida de diferentes regiones del mundo, en la experiencia estética también se ofrece un viaje, pues los comensales pueden admirar gabinetes de curiosidades que evocan la actitud del viajero antiguo, por supuesto, con un toque contemporáneo.
Tristán es un proyecto joven que nace de las ganas de compartir emociones, de pertenecer a una comunidad gastronómica y de ofrecer una experiencia única a sus clientes. Más que un restaurante, es una especie de refugio para aquellos que desde otra parte del mundo, han decidido hacer de la CDMX su hogar, pero también para quienes desde México anhelan viajar a otros rincones del mundo.